Su nombre puede pasar inadvertido. El volante Nicolás Medina lleva dos temporadas en nuestro país, al que llegó para defender al Unión Comercio. Sin embargo, lo que pocos saben es que fue dirigido por Marcelo Bielsa en la selección argentina, fue campeón mundial Sub-20 en el 2001 y campeón olímpico tres años después. Además, es yerno del seleccionador de Colombia, José Pekerman, de quien dice nos puede clasificar a un Mundial.
Qué dejó el Apertura a Unión Comercio?
Estamos contentos por la ronda que hicimos y ahora hay que tratar de mejorar en el Clausura. Si cumplimos la campaña de la temporada anterior podemos estar en un torneo internacional en el 2015.
Les cambió el chip al plantel el profesor Walter Aristizábal?
Nos cambió mucho, nos dio un orden táctico, defensivo, creo que somos ahora un equipo muy ordenado, que sabe lo que tiene que hacer dentro de la cancha e, incluso, hemos sido el equipo menos batido en la segunda ronda. Y todo eso debido al trabajo del profesor Aristizábal.
Iniciaste en Argentinos Juniors y de ahí te fuiste al Sunderland de Inglaterra. Cómo así?
Fui a los 19 años cuando salimos campeones mundiales Sub-20 en el 2001, me compran en Inglaterra y fue una experiencia muy linda. Imagínate que era muy chibolo, pero llegar a Europa, a una de las ligas más importantes del mundo, fue un cambio muy grande, un fútbol de élite, tienes compañeros de alto nivel, otra infraestructura. Es muy lindo, pero a la vez muy complicado, un fútbol muy rápido, dinámico. Fue una grata experiencia para mí.
En el Mundial Sub-20 con qué jugadores alternaste y que ahora están en otras Ligas?
Estaban De Alessandro, Saviola, Romagnoli, Maxi Rodríguez, Ponzio, Burdisso y Coloccini, entre otros. Éramos un buen equipo, la verdad.
También fuiste campeón en los Juegos Olímpicos del 2004...
Claro, jugamos el Preolímpico primero en Chile donde salimos campeones, después vinimos a Perú a jugar la Copa América con Argentina, donde perdimos la final con Brasil. Después fuimos a Grecia a jugar los Juegos Olímpicos, donde ganamos y obtuvimos la primera medalla de oro, ya que nunca la habíamos ganado. Luego venimos otra vez a Lima para jugar un partido de Eliminatoria, en el que tuve la suerte de entrar 30 o 35 y ganamos 3-1 a Perú. Ese fue el último partido de Bielsa en la selección.
Si Perú contrata a Bielsa, crees que nos lleve a un Mundial?
Conociéndolo bien, creo que sí, seguro los lleva, pero que va a pelear y estar de cerca de ahí, seguramente. Es un técnico que vive para su trabajo, que no se casa con nadie, que siempre pone al que mejor está y te dice en la cara lo que tiene que decir, así seas quien seas. Tiene una virtud, que es la capacidad de sacarle lo mejor al jugador y tiene un poder de convencimiento muy grande, y ahí están los resultados.
Sonaba el nombre de Pekerman para dirigir a Perú. Es un buen candidato?
Tuve la suerte de que me haya dirigido y está al mismo nivel de Bielsa. Es un técnico que tiene las cosas muy claras y que tranquilamente puede llevar a Perú a un Mundial. Lástima que no lleguen los dos, sino hubieran hecho la transformación del fútbol peruano.
Pero Pekerman es buen técnico o lo dices porque es tu suegro?
¡Ja, ja, ja! Nooo, es bueno como técnico. La verdad es que cuando él me dirigió, yo todavía no lo tenía como suegro, pero te puedo hablar como técnico.
Como suegro, es buen tipo?
Sí, excelente persona, siempre hablamos de fútbol. Se da porque a los dos nos gusta mucho y es bueno tener a una persona que sepa mucho, y poder intercambiar ideas y conceptos para ir aprendiendo.
Y te sedujo la comida peruana?
Qué bárbaro, es única la gastronomía peruana. Qué variedad de potajes, ya ni quiero comer, porque cuando llego a casa mi esposa se molesta, porque ya no como, es que ella cocina. Pero con los chicos del equipo siempre comemos leche de tigre, cebiche. Qué deliciosa es la comida de ustedes.
La última, Maradona o Messi?
Me quedo con Diego Armando, para mí el mejor del mundo, un fuera de serie. Maradona era más magia, era impredecible, no se sabía qué cosa iba a hacer, me gustaba su característica de líder y su personalidad.
Escribe Eduardo Gamarra