Escribe: Ernesto Cavagneri
Nunca está solo porque está lleno de recuerdos, de vivencias, de rebeldías, de conocimientos, de sabiduría, de mundo y de dos de sus más grandes pasiones: el fútbol y la música cubana.
Lo malo de dialogar con Miguel Company Chumpitazi es que esa conversación en algún momento tiene que terminar. Miguel es como un libro abierto, uno siempre aprende con tan solo escucharlo.
La vida le ha dado otra oportunidad y bien por él y por el fútbol, porque sin duda es uno de los mejores técnicos que hay en el país.
Como fue encarar ese partido tan difícil cuando te dijeron que tenías cáncer linfático?
Fue difícil. Muy duro, porque confieso que en algún momento sentí que este partido ni siquiera podía empatarlo, porque me dieron pocos meses de vida, pero mi personalidad fuerte me ayudó a reponerme y encarar ese cáncer agresivo y ahora estoy bien y con ganas de dirigir, porque soy un apasionado del fútbol.
Vive enamorado
Miguel tiene 68 años de edad, pero los lleva tan bien que aparenta mucho menos. Él dice que parte de esa fórmula está en vivir permanentemente enamorado. "Soy un enamorado de la vida y del amor", refiere el extécnico de selecciones peruanas, quien no habla de su vida privada, pero siempre se le ve acompañado de mujeres muy atractivas.
"Ahora valoro más la vida y tengo la suerte de haber recorrido por muchos países, pero confieso que cuando pisé Cuba fue una emoción única. porque me identifico con Fidel (Castro), porque es un hombre valiente que nunca renunció a sus ideales y siempre estuvo con su pueblo".
Se emociona cuando habla del gran líder cubano y de los años vividos en la isla que describe como bella e inigualable.
"Yo nací en el Perú, pero Cuba nació en mí", dice mientras habla del político y escritor cubano José Martí. Luego nos cuenta una anécdota inolvidable.
Linda sorpresa
"Cuando regresaba de una gira con la selección cubana (fue DT de ese país) me invitaron en pleno vuelo a primera clase, porque el avión no estaba lleno. En ese lugar había un joven manager de Aragón (famosa orquesta cubana) y hablamos mucho de música (es fanático de La Sonora Ponceña) y le dije que yo admiraba demasiado a Omara Portuondo y que me encantaría conocerla, porque ella canta de manera maravillosa. De pronto noté que al joven se le nubló la vista y me dijo: yo soy hijo de Omara Portuondo. Fue un momento de tremenda emoción. Esas son lindas sorpresas que también ofrece la vida", refiere Company, mientras nos enseña una foto con la gran Omara, quien es su amiga y luego saca otra de algunos años atrás con otra gande de la canción:"La Lupe".
Manco ante Uruguay
Pero no podíamos dejar de hablar de la selección peruana.
"Uruguay se ha fortalecido participando en la Copa Confederaciones, pero se le puede ganar en Lima. Creo que la presencia de Reimond Manco podría servir de mucho en este partido, porque ante los uruguayos vamos a necesitar el factor de desequilibrio y eso lo tiene este muchacho que ha crecido mucho futbolísticamente hablando. Me gusta su juego, su atrevimiento. No hay que desperdiciarlo", dice.
No les decía. Miguel se apasiona cuando hablamos de fútbol y música porque sabe lo que dice y es un deleite escucharlo. Y ahora que está de vuelta, de seguro lo veremos pronto dirigiendo porque está entero y con ganas de hacer cosas importantes.
Miguel, cuántas puertas se te cerraron por ser tan frontal?
Muchísimas y no solo en el Perú, dirigí en Colombia (Deportivo Cali), México (Veracruz), Costa Rica (Saprissa), Honduras (selección) y jamás me doblegué ante situaciones extradeportivas. Yo no entro al arreglo y eso le molesta a muchos directivos coludidos con algunos representantes de jugadores.
Es Miguel Company justo a la medida. Un técnico de lujo desempleado, porque a nuestros dirigentes les da la gana. Pero así es el Perú, generoso con los de afuera y mezquino con los de casa.