Miles de hinchas chilenos vestidos de luto ovacionaron al renunciado técnico argentino Marcelo Bielsa, en el triunfo amistoso de la selección nacional de fútbol ante su par de Uruguay por 2-0. Los homenajes estallaron antes que comenzara el duelo, donde los locales ratificaron con dos golazos de Alexis Sánchez y Arturo Vidal el juego ofensivo que les impregnó su entrenador desde 2007. Una decena de hombres saltaron a la cancha con una bandera gigante con la leyenda "Don Marcelo Bielsa, Chile le agradece", en medio de un largo aplauso de los presentes. Los hinchas cruzaron la cancha y caminaron hacia la banca chilena, para entregar el emblema a un lloroso Bielsa que confesó a sus cercanos que le dolía dejar su cargo. "No se vaya, no se vaya", le dijo a Bielsa el joven Miguel Cisternas, un fanático que cruzaba ida y vuelta todos los días 70 kilómetros en Sudáfrica 2010 para ver los entrenamientos de Chile. "Estamos tristes los 17 millones", "Gracias, maestro", rezaban además algunos de las decenas de carteles que poblaron las galerías del coliseo, adonde llegaron hinchas desde las provincias. El ex capitan de la selección nacional Iván Zamorano, presente en el estadio, sostuvo que Bielsa merecía todos los reconocimientos por su aporte el fútbol chileno, el que bajo su mando logró marcas inéditas como vencer a Argentina y sumar triunfos en un Mundial. "Pocas veces en su historia Chile ganó tanto", acotó el periodista y profesor universitario Aldo Schiapacasse, evocando el 60 por ciento de rendimiento logrado por Bielsa. "Nuestro país le devolvió a Bielsa la posibilidad de volver a su pasión, el fútbol", opinó también Zamorano. Los hinchas, que organizaron marchas y campañas por Internet para pedir a Bielsa que siguiera como técnico, fueron menos reflexivos y no pararon de insultar a los dirigentes locales. La jornada, que también sirvió para celebrar los cien años del balompié chileno, estuvo marcada desde un inicio por un fuerte resguardo policial, ante el temor a desmanes. La policía, que avisó que detendría a los hinchas que desnudaran sus nalgas en protesta, retuvo incluso a un hombre por portar un cartel con un poema del pastor luterano alemán Martin Niemöller. "Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas/ guardé silencio/porque yo no era comunista./Cuando encarcelaron a los socialdemócratas/guardé silencio/porque yo no era socialdemócrata./ Ahora vinieron por Bielsa", rezaba el afiche. "En qué país estamos que te detienen por llevar un poema. No pueden ganar siempre los poderosos", dijo el sujeto en alusión a que el nuevo presidente del fútbol fue electo con el apoyo de los clubes grandes y la sospecha de intervención del gobierno, reportó la agencia DPA. El ascenso de Segovia implicó consecuentemente la salida del dirigente Harold Mayne Nicholls, el hombre que convenció a Bielsa de dirigir a Chile. Bielsa, fiel a su estilo, no dejó de gritar al borde de la cancha, donde el dominio chileno fue absoluto, en especial después del gol de Sánchez ('39) y la expulsión de Walter Gargano ('41). El 2-0 anotado por Vidal a los 74 hizo estallar a las 45.000 personas presentes en el estadio, en el primer triunfo de Chile sobre Uruguay desde 1996. "¡Bielsa no se va!, ¡Bielsa no se va!", gritaron hasta el cierre los hinchas a su técnico, quien para entonces no lograba disimular la emoción.