La historia de un perdón que jamás tendrá. Reimond Manco alistó todo un plan de acción para conseguir la indulgencia del técnico de la selección, Sergio Markarián, quiso venir ayer a Lima pero luego se arrepintió. La mañana del viernes 15 de octubre, cuando llamó al celular del seleccionador para negar que haya participado en el incidente del Casino Venetto de Panamá, al verse descubierto se ofreció a ser un testigo eficaz e informó que el tercer implicado era Jefferson Farfán y es más, ofreció detalles de todo lo ocurrido la madrugada del 13 de octubre. Pero como eso no era sificiente para que lo exculpe de un drástico castigo, no tuvo mejor idea, asesorado por su representante, que viajar hasta Lima para entrevistarse con el propio Sergio Markarián la mañana de ayer. Pasajes al tacho Por eso solicitó permiso a su técnico y compró los pasajes para llegar a la capital a las 7:30 a.m. y retornar en la tarde a la ciudad de Chiclayo, después de un diálogo personal y convincente con el uruguayo, sin embargo todo eso se frustró. El martes Markarián anunció públicamente que jamás volvería a convocar a Jefferson Farfán, Reimond Manco y John Galliquio. Por eso "Rei" canceló su vuelo a Lima, perdiendo los pasajes que adquirió con su propio dinero. De este modo se quedó con los crespos hechos, sin perdón y sin selección.