El Estadio Nacional fue anoche el cuadro perfecto para una pintura de fútbol, para una sonrisa, un aplauso, un instante de asomo. Y es que así nomás no se ve a tantas estrellas brillando juntas en este firmamento limeño tan nublado.
Gran expectativa, un coloso casi lleno y un partido de fábula, con los amigos de Messi enfrentados por 80 minutos ante los amigos de Neymar. Dos cracks y más de 22 estrellas que pasearon bastante de su repertorio para un resultado final de 8-5.
Aunque el marcador es una anécdota, porque apenas Neymar y Messi salieron al campo, algo estalló en los casi 35 mil privilegiados asistentes al José Díaz. El Duelo de Gigantes estaba a punto de iniciar y todo era expectativa y fiesta.
Show puro
Y empezó con un Messi como conductor del equipo azul, fabricando perfección en el pase corto, preciso. Tanto así que a los 9 la "Pulga" hace sufrir a Materazzi, quien inició de arquero porque el brasileño Julio César aparecía de número nueve en el equipo rojo.
Un minuto después, Daniel Osvaldo, artillero del AS Roma, definiría perfecto para el tanto, pero el árbitro Henry Gambetta anulaba el gol por posición adelantada. Cada vez que Messi tocaba la pelota, las tribunas vibraban.
Finalmente, a los 11 Messi y Lavezzi fabrican toques de salón y el argentino define suave y esquinado para marcar el 1-0.
Dos minutos después, era Dani Alves quien definía para el 2-0. Jugada de azulgranas entre Messi, Alves y Abidal. Aimar se sumaba para acariciar fino la redonda. Era una verbena de toques, un show digno pantalla gigante.
Y a los 24 Osvaldo marca el 3-0. El rojo no despertaba. Julio César ya era pifeado cuando la tocaba, el "Loco" Vargas se atrevía poco. A la media hora, una espectacular chalaca de Julio Baptista ponía de pie al Nacional. Messi respondía con el 4-0. A los 39 Neymar fallaba un penal que atajaba Muslera. El reciente campeón de la Copa Confederaciones sonreía, tendría su revancha en la segunda parte. Mientras, Aimar cerraba la primera mitad con el 5-0.
Neymar, genio
Para el complemento, Gastón Ramírez marca el descuento, pero Lavezzi, tras toque fino, ponía el 6-1. Entonces aparecería Neymar para hacer levantar al público de las graderías y definir para el 6-2.
En seguida Bounanotte y Lavezzi dejaban las cosas 8-2 para delirio de niños y grandes.
Pero falta el show de la nueva estrella de Brasil y el Barcelona. Neymar, primero, le metía un "baile" al defensa Diego Lugano, aplaudian todos. Luego, Dani Alves -ahora en el equipo rojo- descontaba para el 8-3 por la vía penal. Malouda también marcaría un tanto más. Pero la noche se cerraría de manera espectacular con un tanto de genio, de crack. Desde casi media cancha Neymar y toda su clase tocarían fino el balón para presenciar una parábola perfecta que dejaría a Muslera quietecito, de espectador privilegiado. Final de 8-5 y de una noche que se guardará en el recuerdo.