En el fútbol nada está escrito. Así quedó demostrado en Japón, cuando Inter de Porto Alegre doblegó al FC Barcelona y se tiró abajo toda la expectativa y el favoritismo del elenco azulgrana por llevarse el Mundial de Clubes.
Un 17 de diciembre de 2006, Ronaldinho Gaucho, Iniesta, Piqué y Valdés iban con todo para ganar ese trofeo por primera vez en su historia, pero los brasileños liderados por Fernandinho hicieron realidad su ilusión en tierras niponas.
Adriano Gabiru (82') dejó sin acción a Puyol y le colocó el balón a Víctor Valdés para mover de alegría a todo el hincha 'colorado'. La legión culé y el mundo futbolístico no creía lo que veía pero era la realidad.