Carlos Henrique Raposo es sin duda uno de los mayores estafadores en la historia del fútbol debido a su facilidad para conseguir amigos y engañar en los momentos más complicados, conoce el insólito camino de este brasileño.
Carlos Henrique Raposo fue jugador durante varios años, pero entró muy pocas veces a la cancha en los partidos oficiales e incluso se las ingeniaba para inventar lesiones en los entrenamientos de sus equipos.
Se llevaba bien con personajes indicados como Ricardo Rocha, Edmundo, Renato Gaúcho, Romario, Branco ó Bebeto, ellos eran su nexo para conseguir contratos, ya después venía su ingenio. 'Hacía algún movimiento raro en el entrenamiento, me tocaba el muslo, y me quedaba 20 días en el departamento médico', asegura Carlos Henrique Raposo.
Carlos Henrique Raposo estuvo ligado al mundo del fútbol durante casi 20 años paseando por el fútbol brasileño, mexicano y francés. 'No me arrepiento de nada. Los clubes han engañado y engañan mucho a los futbolistas. Alguno tenía que vengarse por todos ellos', aseguró en una de sus últimas entrevistas.
Cada vez que Carlos Henrique Raposo cambiaba de camiseta intentaba ganarse a sus nuevos compañeros rápidamente para no ser descubierto en las prácticas 'Nos concentrábamos en un hotel. Yo llegaba dos o tres días antes, llevaba diez mujeres y alquilaba apartamentos dos pisos debajo del piso en que el equipo se hospedaría. De noche nadie huía de la concentración, lo único que teníamos que hacer era bajar las escaleras', comentaba entre risas.
Dentro de las anécdotas más recordadas en el camino de Carlos Henrique Raposo figura la oportunidad que se peleó a propósito con un hincha para evitar su ingreso 'Dios me dio un padre y después me lo quitó. Ahora que Dios me ha dado un segundo padre –refiriéndose al técnico- no dejaré que ningún hincha le insulte', evitando la sospecha de su DT.
En resumen Carlos Henrique Raposo tuvo casi 20 años de carrera como futbolista jugando un total de 20 ó 30 partidos como máximo, la mayoría en su última etapa con el Ajaccio francés donde actuaba por 20 minutos antes de que una 'sospechosa lesión' lo sacara del juego.