Una inusual, pero emotiva carta de despedida a , escrita con todo el romanticismo de un hincha que ama los colores de , Abraham Taipe.

Carta a Pablo Bengoechea

Pablo, te saluda un íntimo de corazón. Quiero darte las gracias por todas las alegrías ocasionadas y decirte que si algún día llego a verte en la calle te diré que estamos en deuda contigo, que lo insultos e improperios que te cayeron solo fueron producto de la bronca y la mala memoria de pésimos hinchas.

Fuiste el técnico que enterró la broma del quino para siempre y empezó a ganarle más seguido a los compadres en Matute y el Monumental. Contigo en el banco blanquiazul siempre supimos que los partidos podían ganarse en el minuto 95, como aquella vez que vencimos con un cabezazo de Godoy a la USMP.

Ganamos el título del 2017 sin necesidad de ir a las finales. Fui uno de los que estuvo en Matute en diciembre de ese año y debo decir que fue uno de los mejores domingos de mi vida . En el 2018, con un equipo malo, peleaste hasta el final y nos llevaste a la Libertadores, trayendo consigo varios millones de dólares a la institución. A pesar de ello, la derrota ante Cristal, perdona que te lo diga, dolió.

Del 2019 no te reprocho nada, volviste para rescatarnos del abismo, repuntamos una diferencia de cinco unidades con el compadre y los dejamos sin título del Clausura. La final con Binacional es otra historia: un error arbitral (VAR incluído) nos hizo pelear más de 60 minutos con 10 hombres en el escenario más frío y alto del país. Ganamos en casa, pero no alcanzó.

Sin embargo, creo que allí debió acabar tu ciclo: dos finales perdidas dejan pequeñas minas que un día te estallan en la cara. Y así pasó.

El 2020 nadie entendió el sistema que quisiste implantar, y nos fue muy mal, perdimos en la presentación del equipo, en el inicio de la Liga 1 y La Libertadores, y ahora ante el compadre. tomaste a broma la primera indisciplina y dos jugadores burlaron tu confianza. Se te ha visto triste, colérico e indignado, el Bengoechea sosegado y capaz de controlar todo del 2017 ya no está. Y eso duele. Esta relación (hincha-tecnico-jugadores) se desgastó y parece que no hay reconciliación. Todo indica que para no seguir dañándonos, tomaste la decisión de irte. Y está bien: gracias por todo, Pablo. Y perdón por la poca memoria: si hoy gozamos de un orden financiero e institucional y durante tres años peleamos en lo más alto de la liga peruana es porque tú nos acostumbraste a eso.

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Pablo Bengoechea renunció a Alianza Lima, tras perder 1-0 ante Nacional por Copa Libertadores y el clásico del fútbol peruano frente a Universitario de Deportes por 2-0 en el estadio Monumental.