Ambas jugadas se parecen porque se hicieron desde atrás de la media cancha.
El de Lobatón fue unos metros más atrás; el de Cueto dejo parado al arquero rival. Ambos goles dibujaron una parábola en el aire para bajar por la parte alta de los arcos. Dos pinturas de gol que quedarán en el recuerdo de la gente.