Glen Folkard es un tatuador australiano de profesión, tiene 44 años y en enero pasado vivió una experiencia que lo marcará de por vida. Mientras se encontraba corriendo olas en la playa de Redhead, al norte de Sidney, un tiburón toro lo atacó sumergiéndolo hasta el fondo del agua. El ataque del 'mounstro' de 3 metros hizo que Folkard pierda parte del glúteo y fue gracias a su tabla como posiblemente encontró la salvación. "Me atacó desde abajo, me mordió y me dio la vuelta, pero me dejó ir porque había mordido mi tabla y tenía la fibra de vidrio en la boca. Esa fue mi oportunidad". Llegando a la orilla, Glen colapsó por el desgaste que hizo tratando de llegar a la arena: "Sólo recuerdo haberme echado boca arriba en mi tabla y remé hasta la superficie. En ese momento miré al cielo y amé el tener vida. Lo logré, lo hice, pensé"

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