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Les dijeron de todo. Grecia no era el favorito de nadie para la competición de la Eurocopa que se iba a disputar en Portugal en el año 2004. Más bien los lusos, eran los amplios favoritos para ganar en casa este trofeo.

Los helénicos impusieron un estilo de juego que no precisamente gustaba a la vista de la gente, pero así superó la primera ronda detrás del dueño de casa con cuatro puntos. En cuartos de final cayó Francia y en semifinales la República Checa no pudo con ellos.

En la final, ellos eran visitantes pero eso no les importó y se hicieron más fuertes con el tanto de Angelos Chariteas tras conectar un cabezazo a los 57 minutos tras un tiro de esquina. El asombro del mundo fue total pero la gloria nadie se la quita a los griegos.

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