Desde que un equipo de fútbol tuvo la necesidad de contar siempre con un director técnico, ha pasado mucha agua bajo el puente. Hay técnicos y técnicos. Unos paternales, algunos pasivos y otros energúmenos, estos últimos, por lo general son los que más suelen quedar en la memoria de los aficionados.
ESCRIBE: ERNESTO CAVAGNERI MÓNAGO
En el fútbol peruano, también hay algunos ejemplos para subrayar. La historia cuenta que el gran Marcos Calderón tenía un carácter especial. Era un entrenador de temperamento fuerte, pero de mucha ascendencia sobre los jugadores, incluso los llamados referentes de la época le tenían ley, pero el ‘Oso’ (así lo llamaban) jamás claudicó ante la indisciplina y por eso se convirtió en el estratega peruano más exitoso de la historia. Nos llevó a un Mundial (Argentina 78) y, además, fuimos campeones de la Copa América en 1975 bajo su batuta.
Cuando Marcos Calderón hablaba todos tenían que escuchar, no había murmuraciones y siempre estaba a la cabeza a la hora del almuerzo y la cena. Un tipo muy recordado que falleció en el fatídico Fokker de Alianza Lima en 1987.
Si seguimos nombrando a otro compatriota, no podemos olvidarnos del actual estratega de Universitario de Deportes, Roberto Chale. El ‘Abuelo Terrible’ suele perder los papeles ante alguna crítica, situación que lo hace vulnerable a perder los estribos y termina peleando con algunos periodistas, lo cual no es conveniente ni para él ni para la institución.
Un extranjero que cruzó la línea y fue duramente criticado por todos fue el argentino Marcelo Trobbiani. Al ‘Cabezón’ se le cruzaban los chicotes permanentemente.
Cuando fue técnico de Universitario de Deportes y cuando regresó para asumir en Sport Huancayo fue lo mismo. Tuvieron que expulsarlo varias veces, porque su temperamento colisionaba con todos. El contraste era que fuera de las canchas era un tipo ameno. Cosas del fútbol. El último insulto a sus jugadores huancas fue “maricones”, luego lo cesaron del cargo.
Tantas veces ‘Mou’
A nivel internacional, hay varios que se llevan todos los boletos para ser considerados como los insoportables del fútbol. Sin duda que uno de ellos y, para muchos el principal, es el por ahora desempleado José Mourinho. Una de las frases cumbre del portugués que delata su egocentrismo y que lo convierte en un ser antipático fue la siguiente: “No soy el mejor del mundo, pero creo que no hay nadie mejor que yo”.
Otro al que la fama parece desbordarlo es Josep Guardiola, el español aún en el Bayern Múnich y que pronto tomará las riendas del Manchester City, de vez en cuando tiene arrebatos de soberbia. El hecho de ganarlo todo con el FC Barcelona elevó su ego, y también le hizo perder un poco la perspectiva de los buenos modelos.
“Si perdemos continuaremos siendo el mejor equipo del mundo. Si ganamos seremos eternos”, es la frase que más se le recuerda.
El argentino Ricardo Caruso Lombardi hizo del escándalo su sello personal. Equipo por el que pasó supo de sus arrebatos y peleas, no solo con los rivales, sino también con los de casa.
“Para mí los jugadores tienen que bancarse puteadas, gritos y aliento los noventa minutos”. Todo un personaje el extécnico de Racing de Avellaneda, San Lorenzo, Platense y muchos más.
Muchos recuerdan que el gran Diego Armando Maradona, siempre polémico, siempre frontal, también fue presa de la falta de control. El popular ‘Pelusa’ no solo se peleó con muchos en su época de genial futbolista, sino que cuando se puso el buzo de estratega, también perdió la cordura y se enfrentó con o sin razón al sistema y a muchos considerados por él como “enemigos”. Cuando fue técnico de la selección argentina tuvo una frase infeliz, luego de clasificar con sufrimiento a Sudáfrica 2010: “Con el respeto de las mujeres, que la mamen y la sigan mamando”, dijo ante el estupor de la prensa.
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