Edwin Retamozo Palomino es oriundo de nuestro Perú profundo, como suelen llamarle a los compatriotas provincianos que emergen por su talento. De jugar sin zapatos y en las polvorientas calles de Abancay a pertenecer a la selección, el volante nacional nos hace un recuento de su carrera futbolística. Eres de los provincianos que se iniciaron jugando sin zapatos? Sí, claro, y en tierra. Abancay, mi pueblo, todo era tierra y el estadio, el único, era pura tierra. Ahí jugaba con la gente de mi barrio. Cómo se llama tu barrio? La Victoria, y jugué la Liga Distrital, Provincial, siempre por mi equipo: La Victoria. Y de ahí? Cuando reforcé al Deportes Educación de Abancay (DEA), el equipo más conocido de mi pueblo, llegó en el 2000 el entrenador Atilio Escate, quien me dijo para ir a Lima a jugar, así llegué al Minero, ahí estuve siete años: cinco jugando la Copa Perú, dos más en Segunda División y de ahí ya profesionalmente. Siempre te gustó el fútbol? Sí, desde chiquito, pero recién a los 20 me decidí luego de jugar Liga por La Victoria. Qué tal escolar fuiste? Bueno, estudié en La Salle. Tú también eres un 'Cholo de Acero Inoxidable'? Soy un 'Cholo perseverante'... Qué pensaste el día que dejaste Abancay para jugar en la capital? Me propuse regresar a Abancay ya como un jugador de fútbol profesional. Esa era mi promesa, sino no volvía, era un reto personal. Y cuando vuelves a Abancay qué te dicen tus 'patas' del barrio? Es gratificante cuando te reconocen los familiares, los vecinos, te llena de satisfacción, de alegría. Hay gente que está atrás, los amigos y familiares. Siempre jugaste de volante? Sí, siempre de '6' o volante por derecha. Qué sentiste cuando cumpliste tu sueño de jugar a nivel profesional? Era mi primer objetivo, y quería mantenerme en el primer equipo, ya que yo venía de jugar Copa Perú y Segunda, y ahí no siempre te dan las oportunidades, pero lo logré. Y qué sentiste cuando te pusiste por primera vez la camiseta de la selección? Estaba ansioso, aunque controlaba los nervios, y el profesor Markarián quería un trabajo planificado, entonces, en el partido con Bolivia me empecé a asentar conforme pasaban los minutos. Tanto así que al día siguiente te consideraron el mejor del partido... Me sorprendí, no había leído nada, pero mis amigos y familiares empezaron a llamarme y contarme lo que decía la prensa, sentí que estaba viviendo un sueño y uno tiene que recibir bien los elogios. Qué tipo de futbolista te calificas? Muy disciplinado, soy poco de hablar, callado, trato de transmitir lo que el profe' nos enseña y, eso sí, meto (temperamento) bastante. Qué esperas de ti para el próximo año? No planifico a largo plazo, pero me gustaría mejorar mi contrato. La última, qué harás cuando te retires del fútbol? Acabar de estudiar, trabajar en mi carrera, y ligarme al fútbol apoyando a la juventud de mi ciudad.