Escribre: Xiomara Talla
Eduardo Esidio llegó al Perú en 1997 para jugar por el Alcides Vigo, entonces modesto inquilino de la Primera División. Un año después, es fichado por Universitario, pero protagonizaría una polémica debido a que se dio a conocer que era portador del virus del Sida. El fichaje estuvo a punto de caerse, pero la presión mediática hizo que terminase vistiéndose de cram. Se convirtió en ídolo de la U, siendo el goleador histórico de aquella época a nivel mundial y formando parte fundamental del recordado Tricampeonato (1998, 1999 y 2000) crema.
El miércoles estuvo en el estadio Nacional cuando Universitario le ganó a José Gálvez y puso pie y medio en los Play Off. Edu fue la cábala y ahora, más de 10 años después de su historia con los cremas EL BOCÓN lo busca para recordar su paso por el Perú.
Qué sentiste en 1998 cuando logras fichar por Universitario?
Cuando llegué a la U estaba realizando un sueño; defendía un equipo grande y yo me propuse, desde mi llegada al Alcides Vigo, jugar en un equipo que tenía una hinchada, una camiseta fuerte. En el momento que firmé con Universitario, sentía que debía cumplir y dar todo de mí, luego tendría que demostrar todo eso dentro de la cancha, hacer méritos para estar ahí. Ser parte de ese equipo fue muy especial. Para lograr todo lo que logré, tuve que renunciar a varias cosas, pero todo lo que conseguí fue gracias a Dios, a mis compañeros, amigos, hermanos, que hasta hoy los tengo en mi corazón, los directivos, en fin... personas que en serio fueron una muy buena parte de mi vida.
De esos tres años de gloria, cuál es el que más recuerdas?
El 1998 es el que más recuerdo. Tuve un inicio bastante duro y complicado, pero al final gané el título frente a Sporting Cristal, que había invertido millones. Lograr ese título después de 6 ó 7 años, fue muy gratificante. También recuerdo el año 2000, siendo tricampeónalcancé un récord histórico con 37 goles, eso fue como coronar lo que se inició en el 98. Sin embargo, de los tres años, yo me quedo con el 98, porque es fue el comienzo, la base de toda mi historia.
Crees que alguien pueda romper tu récord de 37 goles?
En el 2000 rompí ese récord, no sé hasta cuándo va a estar, pero sí, me gustaría que lo rompa un peruano, pero que sea la voluntad de Dios.
Qué es lo que más recuerdas de la U?
La amistad, el cariño de la hinchada, las bromas en los camerinos, los viajes, en fin... en sí todos los días era algo nuevo, era distinto, me hacen mucha falta.
Tras dejar Universitario, fue difícil fichar por el rival de siempre, Alianza Lima?
Bueno, fue una decisión que tomé junto a mi familia y mi representante porque también tenía una opción para ir a Cienciano, pero mi esposa se iba a quedar en Lima, entonces decidí entrar a Alianza, aunque me daban una propuesta menor, pero mi familia es lo más importante. Alianza es un gran equipo, pero mi historia se escribió en la U.
Recuerdas cuál fue la reacción de tu familia al enterarse de tu enfermedad?
Todo el tiempo mi esposa estuvo conmigo, ayudándome, aconsejándome. Cuando uno sale a la cancha, solo ven el exterior, más no lo que está dentro, pero gracias a Dios siempre tuve a mi esposa ahí, hablándome, levantándome la moral, somos una pareja que agradece mucho a Dios y ahora con mi hija que ya tiene 10 años, somos aún más completos. Sé que Dios me ha puesto a esta familia y me encanta. Cuando me enteré de mi enfermedad quedé triste y asustado. Sabía que estaba en la cima, pero ahí tenía que demostrar que Dios era más grande, esto me sirvió para reencontrarme con él, con más fervor, fe, amor, entrega y, bueno, a partir de esa entrega total pude lograr todos mis objetivos, siempre le voy a agradecer a Dios, hasta hoy y toda mi vida, no soy nada sin él.