El presidente de Alianza Unicachi, Rafael Coarita, quiere llegar hasta las últimas instancias en su denuncia contra su par del Unión Comercio, Freddy Chávez, al que acusó de supuestamente haber sobornado al árbitro Percy Rojas para que favorezca a su equipo en el primer partido de la finalísima de la Copa Perú 2010, que perdieron los puneños por 2-0 en Tarapoto. Ayer, Coarita habló con el abogado de la Agremiación de Futbolistas, Juan Baldovino, especialista en justicia deportiva, en busca de asesoría. En caso el fallo de la Comisión de Justicia de la FPF le sea adverso, apelará en el acto. El presidente de Unicachi se siente perjudicado porque el año pasado invirtió 800 mil soles de su peculio en busca del ascenso a la Primera División. Si bien Coarita retiró a su equipo de la Segunda División, espera sacar a los corruptos que hay en nuestro fútbol.