El área es su hábitat. Cuando asoma no perdona, no lo piensa, liquida y siempre va por más. Es un insaciable del gol. Santiago Silva, el charrúa que luce el dorsal número 7, no necesita escuchar el aliento de hinchas para incentivarse. Su misión es perforar vallas rivales. Ya me acostumbré a celebrar los triunfos con la Muela y mi novia. San Martín es un lindo club, pero no tiene hinchas, sostiene, mientras posaba para nuestro lente junto a su novia.
Le pisas los talones a Ruidíaz en la tabla de goleadores...
Lo primordial es seguir anotando, pero falta un campeonato entero. Aunque los delanteros siempre estamos pendientes de la tabla de goleadores.
La labor se facilita cuando hay jugadores talentosos...
Jugar con Montaño, Perea, Marinelli, olvídate, son los mejores. Tienen buen pie, así se hace más fácil de jugar.
El título del Apertura es posible?
Está todo entreverado en la tabla. San Martín sigue con las ganas de salir campeón. De no ser así, el equipo le aguará la fiesta a los de arriba, es lo que nos ha dicho el técnico Julio César Uribe.
Te ilusiona jugar, más adelante, en un equipo grande?
Es muy lindo ver los clásicos del fútbol peruano. A cualquier jugador le gustaría jugar en un grande. Por ahora, estoy contento en la San Martín.
A qué equipo se asemeja Peñarol?
A Universitario. Recuerdo cuando perdían ante nosotros en el Callao, su hinchada alentaba y me hacía recordar a la del Peñarol, es normal en clubes grandes.
Eres temperamental dentro del césped?
Como uruguayo siempre quiero ganar y pelear todas. En San Martín hay gente igual a mí. Uribe también es picón, como yo, en las pichangas. Ni qué decir de Montaño y Ballón, par de rompe hue...
Te dirige un exfutbolista de selecciones peruanas...
He visto videos de Julio César Uribe. Hacía la vaselina muy bien. Uno no se da cuenta de la persona que tiene al lado. Hay que disfrutar de él.
Pablo Bengoechea fue un ídolo en Peñarol...
Lo conocí en Danubio cuando Sergio Markarián dirigió seis meses. Como jugador lo ganó todo, esperemos como técnico también. Desde niño lo seguía, era un experto en los tiros libres, algo que nunca olvidaré en Peñarol.