Perder a un hijo es un golpe tan duro que ni el más recio defensor puede soportar. Te quiebra. Te consume. Te paraliza. Pero cuando tienes todavía motivos por los cuales luchar, y una promesa que cumplir, sacas fuerzas de flaqueza y sigues para adelante. Es lo que hizo Samuel Eugenio, exjugador y ahora técnico de las divisiones menores de Universitario.
Hace 15 días, su hija partió a la eternidad. Dos semanas después, pese a que el dolor de esa pérdida todavía está intacto, el correcto entrenador logró el título en la Copa Federación con la categoría 2001 de la 'U'.
Conseguido el objetivo, sus chicos lo arroparon y le hicieron sentir su afecto. Abordado por la prensa del club, con lágrimas en los ojos el 'profe' no se olvidó de su hija:
"Este título se lo dedico a mi hija. Hace 15 días mi hija falleció. Me dejó una nieta linda, yo sé que está viéndome y lo celebra conmigo", dijo con la voz entrecortada.
Celebre, Samuel, levante los ojos al cielo que allá arriba hay alguien que se goza con usted, que levanta los brazos en señal de triunfo, que le dice al oído 'yo siempre confié en ti. Eres el mejor, papá'.