A pesar del agónico empate que logró su equipo al final del partido, el fastidio de Roberto Mosquera era evidente al declarar a la prensa.
“Entramos dormidos al campo y así no se puede afrontar una final. Nunca subestimamos a Cristal, pero sí nos sorprendió la forma que salieron a jugar, tuvieron mucha agresividad y nos superaron en todo momento”, expresó el entrenador de los chiclayanos.
Buen esfuerzo. En el entretiempo, el estratega habló con sus dirigidos y les exigió dejar todo en el campo para sacar adelante el encuentro.
“Gracias al esfuerzo de todos reaccionamos, emparejamos las cosas y dejamos la llave abierta. En Lima se puede definir al campeón y espero que seamos nosotros. Ya hablaré con los chicos mañana (hoy) para recomponer todo y que el miércoles no nos suceda lo mismo que en el primer tiempo de hoy (ayer)”, y a renglón seguido añadió: “Aún no sé cuál es la lesión de Balbuena, vamos a ver si llega al siguiente partido. No tengo una bola mágica para descifrar lo que va a pasar en Lima. Solo les digo que no iremos a especular”, señaló.
Dedicado a mamá. Al final, el técnico de Juan Aurich afirmó que su madre ayudó al equipo a lograr el empate. “Hoy (ayer) María Cristina, mi madre, esta de cumpleaños y nos dio la mano. Yo nunca le pedí nada y creo que hoy, después de muchos años, me dio un regalo de Navidad. Ella me ilumina desde el cielo”, sentenció.