Víctor Carillo ya pitó el final del partido y Juan Reynoso explotó en júbilo. Los abrazos con Miguel Miranda y Mario Mendaña se confunden entre las desaforadas celebraciones de los hinchas. Y es que el Cabezón se mordió las uñas durante casi todo el cotejo, por lo que no pudo soportar tanta felicidad. Regalamos el primer tiempo, no generamos ocasiones de gol claras. Además estuvimos muy nerviosos y apurados. En la segunda parte cambiamos el sistema y esa fue la clave para remontar el partido que sinceramente fue uno de los más duros que nos ha tocado disputar, anotó el estratega crema. No obstante, Reynoso aseguró que en la segunda mitad los merengues fueron los únicos dueños del balón y del juego, aunque reconoció que la salida de Johnnier Montaño les facilitó el trabajo. En el segundo tiempo fuimos el único equipo en la cancha, ya que manejamos el balón como quisimos. Los ataques fueron todos de la U, se podría decir que 45 minutos para cada equipo. Sin embargo, con la salida de Montaño nos beneficiamos bastante y pudimos voltear el encuentro, subrayó. Finalmente, comentó que nunca en su vida había vivido tanta adrenalina en un partido. Este es el segundo clásico que dirijo y será porque fuimos locales, pero realmente me sentí muy emocionado con el marco de gente cuando el árbitro acabó el encuentro, finalizó.