ESCRIBE DESDE TARAPOTO JOSÉ TORRES ORELLANA Por más que se trate de un simple amistoso, ganar siempre te genera expectativa. Te da otro aire. En pocas palabras, te invita a soñar. Por eso, Alianza Lima asumió el compromiso ante Sport Boys en el estadio Carlos Vidaurre como si estuviera disputando tres puntos por el campeonato Descentralizado. Y le fue bien. Diríamos de maravillas. Porque no sólo goleó 3-0 a los rosados, sino que además mostró solidez en todas sus líneas, quedando a punto para el reinicio del Descentralizado, en el que marcha como único líder con 14 unidades. »Corazón para ganar... De entrada, los dirigidos por Gustavo Costas no decepcionaron a sus hinchas. Bajo la batuta de Junior Viza en la zona de las ideas, Alianza hizo siempre la simple: circuló el balón con propiedad y generó opciones de gol. Sin embargo, el marcador no se abría. En parte, por la falta de precisión en el remate final de los Potrillos y en otras por las buenas intervenciones del golero porteño Fisher Guevara. Hasta que a los 35 la justicia llegó a esta ciudad. Un tiro libre de Luis Trujillo quebró el 0-0 y la fanaticada blanquiazul echó a volar sus ilusiones. Y pedían más goles, muchos más, ante la pasividad del rival, que acusó las bajas de Marko Ciurlizza y Michael Guevara. »El show de Castro Era tanto el dominio aliancista que, en la parte final, el partido se definió rápidamente con un doblete del colombiano Leonardo Castro. El primero se dio a los 7, luego de sombrearle el esférico al Pipa Carranza (suplió a Fisher Guevara), y la cereza sobre la torta se colocó a los 11, cuando Castro, con el tobillo (no es broma) firmó la victoria final de Alianza Lima en esta cálida ciudad. Boys intentó descontar el marcador, pero nada se alteró. Los Potrillos ganaron. Una victoria que sirve para soñar en grande, para renovar la fe, para reír. Y ser feliz, al menos por un momento.///