Johnnier Montaño prefirió no decir nada, luego de que en la víspera pasara un mal rato al pelearse con un taxista y terminar detenido en una delegación policial. Al colombiano sólo le preocupó no haber podido culminar la práctica de ayer, por un problema en la rodilla izquierda, por lo que su participación en el juego de hoy, ante Gálvez, quedó en duda. No pasó nada, estoy tranquilo, fue lo único que alcanzó a decir el Potón, aunque se le notaba contrariado por la forma cómo algunos diarios habían tratado su problema extradeportivo. Montaño se gastó algunas bromas con sus compañeros y luego recogió sus entradas de cortesía. No hubo ningún reproche hacia su persona por dicho incidente. El único que estuvo preocupado fue Gustavo Costas al ver la bolsa de hielo que le pusieron a Montaño por una inflamación en los ligamentos de la rodilla izquierda. El volante quiere jugar, pero todo dependerá de cómo amanezca hoy para decidir si juega.