OMAR JAMES DÁVILA Vivir bajo presión es dar explicaciones permanentemente y a la gente lo único que le importa es el resultado, no las explicaciones. Por eso ayer, contra Bolognesi, aunque el marcador señaló empate, lo perdió la U. Y de no ser por los puntos que de ventaja que sacó en la primera parte del torneo, hoy tendría un enorme dolor de cabeza. Vivir bajo presión es echar jugadores, el último Orejuela, justo cuando más necesita de hombres capaces para definir un partido. Vivir bajo presión es... que el técnico, en vez de preocuparse por encontrar el camino para ganar, pierda el tiempo amenazando a sus jugadores con castigarlos por leer periódicos o por dar declaraciones en la vía pública. Bolognesi, el peor equipo del campeonato, volvió a quitarle puntos a la U en su estadio. Con el atropellado Piero Alva de tercer delantero, el Chino Labarthe fue neutralizado no por Bolognesi, sino por la presencia de Ronaille Calheira, que en dos jugadas impresentables, reveló que no es el brasileño que contrataron del Sport Ancash. En el primer tiempo, Bolo pudo sorprender en los primeros segundos, Villamarín marcó mal a Rey que disparó cruzado y la pelota salió por poco. Luego una mala salida de Galván puso a tiro a Mostto pero desperdició la oportunidad. Los cremas respondieron, más por desesperación que por argumentos colectivos. Alva trianguló con Labarthe, el Zorrito quedó solo frente a Ramírez pero reventó su disparo en el cuerpo del arquero tacneño. Pudo ser para la U al minuto 29, cuando Galván sirvió a Labarthe que anotó, pero el árbitro decretó off side. Después, Zavala derribó al Zorro dentro del área, pero Gambetta no cobró penal. Luego el horror. Desborde de Calheira, deja atrás un rival, entra al área, patea, le pega... y una masita a las manos de Hernández. De ahí en más, ganas y puras ganas. Desesperación. En la segunda etapa, la U entró al campo con el reloj en la mano, y Bolognesi otra vez. Centro al área, mal rechazo de Raúl Fernández y Rojas por poco la manda al fondo. Desesperado el Cabezón se acordó que en la semana hizo entrenar juntos a Julio Landauri y Miguel Torres, y mandó a ambos para intentar darle vuelta. La tribuna puteó y Alva desesperado mete el cabezazo que despeja Marcos Delgado. Entró Conde y fue ganas y más ganas. Disparó Fito Espinoza, insistió Labarthe, Landauri descerrajó otro balazo pero nada. Luego otro horror. Minuto 91. Calheira se eleva por los aires sin marca, el arquero desubicado, el arco a merced, le pega... y el balón que se va por el palo derecho. La U no sabe soportar la presión.