La ausencia de soluciones para revertir el resultado en contra originó la desesperación entre los blanquiazules, quienes provocaron las expulsiones de Marcos Miers, Pablo Míguez, Gabriel Costa y Christian Cueva, cuyas presencias corren peligro para el clásico.
En un final de escándalo, al árbitro Ramón Blanco no le tembló la mano para mostrar las tarjetas rojas. También mandó a la tribuna a Guillermo Sanguinetti por meterse al campo, pidiendo la expulsión a Edwin Retamoso.
El informe del juez sería lapidario para los íntimos, debido a la conducta negativa mostrada tras las expulsiones. La sanción mínima sería de dos fechas, por ello, no jugarían el partido del miércoles contra Sport Loreto en Pucallpa, y el clásico del sábado ante la ‘U’ en el recinto victoriano.
Asimismo, el castigo para Cueva sería mayor por reincidente y tratar de evitar que el réferi muestre la tarjeta roja. La Comisión de Justicia de la ADFP se encargará de emitir el fallo y anunciar el castigo.
“Todas las expulsiones fueron bajo el reglamento, ya van a ver el informe. Voy a dormir tranquilo”, manifestó el juez Ramón Blanco tras el duelo.
La tensión aliancista durante el partido fue reflejada al momento de cobrar un tiro libre. Luis Trujillo y Cueva se recordaron su árbol genealógico en la lucha por ejecutar el cobro.
Al final del choque, los hinchas blanquiazules intentaron tomar las oficinas del club, pero la rápida intervención de la Policía evitó una tragedia en Matute.
Sin embargo, el comisario incluirá dicha acción en su informe, lo cual podría perjudicar la realización del clásico en el estadio blanquiazul.