Israel Tordoya cuenta sus peripecias desde la Copa Perú hasta Cristal.

MIGUEL ÁNGEL SUERO Pegó el gran salto en dos años. Israel Tordoya jugaba en La Copa Perú, pasó a Alianza Atlético en el 2009 y hoy viste la celeste. Nos confiesa que quiere comprase una moto para no viajar horas en microbús. -Llegaste rápido a Cristal... -Desde el lunes lo comencé a creer. Hace un mes y medio escuché que había posibilidades del Aurich y Cristal, pero eso dependía del señor Lánder Alemán. Así, un día me llama y me dice: "si quieres jugar en Cristal ven rápido a La Florida". Salté hasta el techo de alegría, chapé un taxi y me fui para firmar contrato. -Desde ahí cambió tu vida? -Claro, el 2008 estaba en Torino y a veces me pagaban mil 500 soles, pero a veces no caía nada. El año siguiente pasé al Alianza Atlético y la cosa mejoró, ahora en Cristal ya gano en "coquitos". Ahhh, le agradezco mucho al profesor Rivera, que se haya fijado en mí, no lo defraudaré. -Es verdad que llegas al Rímac en micro? -Sí, vivo en San Juan y tomo esos que van todo Evitamiento, me bajo en el puente Trujillo, camino para tomar otro micro que va hasta el club, aunque a veces espero a Casas y me jala. -Ahora que ganas bien, qué deseas hacer? -Estoy juntando, quiero contruirle la casa a mi mamá, siempre lo soñé y luché por eso, de ahí comprarme un carrito o una moto, para llegar rápido a los entrenamientos. -Qué sientes al compartir camarín con jugadores de selección? -Alegría y tranquilidad de tener buenos compañeros, sobre todo mi tío "Chorri", excelente persona, me jaló dos veces al puente Benavides, en el camino me aconsejó.