Durante el partido se pensó lo peor cuando el argentino Javier Pereyra, le aplicó un codazo en el rostro. Minutos después, el Vagón Héctor Hurtado quiso volver a la cancha, pero estaba muy mal, apenas si podía mantener el equilibrio y veía destellos de luz a su alrededor. El diagnóstico dijo lo siguiente: conmoción cereblal por golpe en el globulo ocular derecho. Fue necesario trasladar al delantero de Cristal a una clínica local, en donde pasó la noche en observación. Ayer, el colombiano fue dado de alta con un diagnóstico esperanzador. No tiene desprendimiento de retina, como se informó en un primer momento. Eso sí, estos días estará con descanso absoluto y no jugará el partido del miercoles contra Aurich en Chiclayo. En tanto, al igual que ayer, los celestes hoy serán dirigidos por Fernando Oblitas y Solé. Sin embargo, anoche corrió el rumor de que el primero sería obligado a irse con su papá.