El fervor de los parciales cremas estalló cuando a la 1 y 45 de la tarde (hora argentina), la U llegó al aeropuerto de Ezeiza. Y aunque por cuestión de seguridad no los pudieron ver allí, esto no fue impedimento para un centenar de hinchas cremas para seguirlos hasta el Hotel Intercontinental y alentar a sus ídolos. Según lo planeado, el bus de los merengues salió por la puerta 8 que da acceso a la autopista, para evitar aglomeraciones con los compatriotas, y enrumbar directo a su hospedaje, escoltado por ocho unidades policiales. Cabe señalar que, antes de partir, el piloto del avión que los trajo a Buenos Aires, arengó por un triunfo a los jugadores, quienes emocionados le dieron las gracias con un sonoro aplauso. A su arribo al hotel, los más ovacionados por la filial de la Trinchera Norte fueron, Ñol Solano, el Negro Galván, Raúl Fernández y el Cabezón Reynoso. La delegación de la U está integrada, además, por Luis Llontop, Manuel Calderón, Edgar Villamarín, Gianfranco Labarthe, Juan Manuel Perillo, Antonio Gonzales, Rainer Torres y Carlos Orejuela. Piero Alva fue el primero en arribar, a las seis de la mañana, para someterse a una terapia especial con un fisioterapeuta argentino, y luego recibir a sus compañeros. Encabezando la delegación llegaron el vicepresidente Jaime León y los directivos Juan Carlos Noli y Manuel Kanashiro. Luego de la merienda, vino descanso absoluto, hasta la hora del reconocimiento del estadio Nuevo Gasómetro.