Gran parte de la carrera de transcurrió en el club . La primera vez que ‘El Charapa’ piso la Florida no pensó que en aquella institución se haría un nombre propio en el fútbol peruano y sobre todo pasaría a ser parte de la historia del cuadro bajopontino.

Desde 1995 hasta el 2005 duró el romance entre el exvolante y los celestes, donde sin lugar a dudas, el episodio que marcó para siempre su paso por el Rímac fue el subcampeonato de la Copa Libertadores 1997.

Ya han pasado casi 23 años desde aquella mítica hazaña, el último éxito de un club peruano en la Copa Libertadores. Sin embargo, a pesar del tiempo, Erick Torres guarda en su memoria cada momento y anécdota, ordenados de tal forma que da la impresión que fuesen los capítulos de una gran novela.

Una de las anécdotas más divertidas que recuerda 'El Charapa' se remonta a la preparación previa del partido ante Bolívar por los cuartos de final.

“Sí, cuando fuimos a concentrar al Cusco 15 días, para jugar ante Bolívar en Oruro, le hicimos una broma a Mario Mendaña. Miguel Rebosio se puso una peluca y se vistió de mujer; y subió junto a “Ñol” Solano a su cuarto. Ambos hicieron que Mendaña los viera y al toque los persiguió”, contó Torres.

“En el cuarto se escondieron todos los jugadores y Mendaña con la ayuda del conserje abrió la puerta. “Ñol” se mostró indignado y el profe gritaba: “Dónde está la mujer”. Hasta que fue al baño y jaló a Rebosio de la peluca. Miguel volteó y le dio un besito. Todos nos reímos y Mendaña no nos habló dos días”, agregó en su relato.