Cuando un triunfo no sirve de nada, no se puede celebrar. No arranca el más mínimo sentimiento de satisfacción. Ni alcanza para dibujar sonrisas en los rostros extenuados de tanto esfuerzo. Así está Sporting Cristal, que ayer derrotó 1-0 al Atlético Minero, en Matucana, que sólo sirvió para postergar la fiesta del líder San Martín, que ganó en Sullana y este jueves puede coronarse campeón del Clausura, si mantiene los nueve puntos que los separan. Cuando el árbitro Rivera pitó el final, no hubo abrazos de festejos, más bien los rimenses renegaban de su irregular campaña y por los puntos que dejaron escapar ante equipos más débiles sobre el papel. Ayer, Cristal tuvo el balón más tiempo y lo administró con criterio. Los locales también llegaron con peligro, pero no pudieron vencer al meta Delgado, quien estuvo en gran tarde y lo demostró a los 34 minutos, cuando Benavides fue trabado dentro del área por Villalta. Chiquito Flores ejecutó el penal, pero el Loco desvió la pelota con la mano izquierda. Esto fue un duro golpe del que no se levantaron los mineros porque cuatro minutos después los cerveceros anotaron el gol triunfal por acción de Paul Cominges, en medio de una torrencial lluvia. En el complemento, Minero adelantó sus líneas y tuvo más presencia en el área de la visita, pero Delgado siempre estuvo atento. Así, Cristal logró mantener su opción matemática de luchar por el título. Para ser campeón del Clausura debe ganar los tres partidos que le faltan y que San Martín no sume ningún punto. Sólo de esa forma lograría forzar un partido extra. Mejor dicho...