Se le vino la noche. El futbolista César Ccahuantico fue recluido ayer en el penal de Qenqoro por haber sido culpable, en calidad de cómplice, de un robo (de 87 mil 400 dólares) de la sede social de Cienciano, ocurrido el 12 de marzo del 2008, en esta ciudad. Aquel día, como se recuerda, Ccahuantico fue implicado en el caso luego de que la policía descubriera que hubo ocho llamadas entre él y uno de los implicados en el caso, José Carlos Gonzales Flores (a) "Chato Carlos". El ex volante de Cienciano estuvo ayer citado por la mañana en la segunda sala especial número 2 del penal de Qenqoro. Y luego de escuchar la lectura del juez, que lo condenó a siete años de prisión efectiva y a un pago de cinco mil soles de reparación civil, fue recluido de inmediato en dicho centro penitenciario. Enterados de la noticia, los familiares del popular "Sinchi" protagonizaron dramáticas escenas de dolor. Incluso, la madre del jugador, Sara Meza, se desmayó, por lo que tuvo que recibir atención de un médico. "Ha sido una injusticia", gritó el entorno familiar de Ccahuantico, ante la represión de los efectivos policiales. "Él no ha participado del delito. Sólo están las llamadas que no prueban nada", afirmó Juan Montoya, abogado del "Sinchi", al tiempo de aclarar que presentaría un recurso de nulidad y apelaría este caso ante la Corte Superior de Justicia del Cusco.