Cuando Juvenal Silva, presidente de Cienciano, confirmó semanas atrás la primicia de EL BOCÓN de que el club imperial estaba en venta, también dejaba una pista muy interesante por seguir. La salvación económica de Cienciano está en el mismo Cusco. No sólo la rifa ciencianista programada para el 7 de setiembre traerá una ayuda para el club, sino también la posibilidad de dar parte de las acciones a empresarios que quieran invertir en la institución. Y Juvenal Silva tiene la idea bien clara. A las propuestas de tres inversores extranjeros, en especial una transnacional venezolana, aparecieron como serios competidores unos empresarios cusqueños (la familia Oviedo), que desean devolver al Papá al sitial que se merece. Si bien esperan que salga la reglamentación para que los clubes se conviertan en sociedades anónimas, las conversaciones están muy adelantadas con los hermanos del titular del Juan Aurich, cuya familia es natural de Urcos, una localidad cusqueña. Eso explica el ampay de Juvenal Silva con Edwin Oviedo, hablando de negocios en un hotel miraflorino y del cual informamos el 4 de agosto. Es que tenían algo entre manos. Todo indica que el grupo inversor sería el formado por los hermanos del presidente chiclayano. Elvis, Octavio y Martín Oviedo, dueños de los Supermercados Mega del Cusco, invertirán dos millones de dólares en el club rojo.