Si Cristal no derrota la próxima fecha al Aurich, el adiós de Oblitas al cuadro celeste, estará oleado y sacramentado. Ayer, el técnico tuvo un fuerte altercado con la directiva rimense en los vestuarios del San Martín al término del partido con Melgar. Y todo indica que al técnico le quedan pocas horas con el buzo celeste, ya que no fue muy convincente que digamos para explicar el mal momento del equipo celeste. La discusión de Oblitas con los directivos Francisco Mujica, José Antonio Osterling, y Alfonso Grados, duró más de quince minutos, y tras los gritos decidieron darle un plazo: el partido con Aurich. El Ciego se quedó unos minutos más en el camarín, su hijo Fernando, quien había estado también en la reunión, salió primero, y se animó a soltar unas cuantas palabras refirdas a él mismo. Dentro de poco van a tener novedades sobre mí, adelantó. El Ciego, en tanto, se retiró en silencio, molesto y con la mirada perdida. Como recordando que durante el partido la hinchada le decía: Ohhh, el Ciego ya se va... y fuera vago, ya no nos huncas más.