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A Gustavo Costas sólo le falta ponerse el babero. Y no es para menos. Lo vemos con Giulianna, que acaba de llegar al mundo, en sus brazos y sabemos que lo disfruta como nada en el mundo. Es linda, no? Una muñequita..., dice emocionado. Y no se equivoca, la niña de sus ojos, fruto de su amor con Virginia, es una belleza. El técnico blanquiazul está más que feliz. Nada más le falta alcanzar a fin de año el título del Descentralizado. Orgulloso posa para las fotos con la nena y su señora. Ya es toda una estrella, saldrá en todos los diarios. De verdad esperaba con mucha ilusión su nacimiento que ha traído alegría a la casa, a la familia. Felizmente todo salió bien, afirma agradeciendo a los médicos de la clínica donde la flamante mamá fue muy bien atendida. Virginia toma la palabra para agradecerle a Gustavo los cuidados que tuvo con ella durante el embarazo. Gustavo se portó muy bien, siempre restuvo atento a los detalles y eso me ayudó mucho. Felizmente todo salió sin complicaciones, dice con la sonrisa de oreja a oreja. El cuarto de la clínica recibió la visita de todos los familiares. Estuvo doña Joaquina, mamá del técnico blanquiazul. También el padrino de la pequeña Giulianna, Fernando Alonso, amigo de toda la vida de Costitas. También apareció doña Viviana, madre de la esposa de Gustavo, y el inseparable Alexis Cortés, preparador físico de Alianza y gran amigo del técnico. Ahora le toca a Gustavo Costas seguir jugando el Descentralizado con Alianza y llevarlo a la gloria. Estoy seguro que el nacimiento de mi pequeña me traerá esa suerte..., culminó contento y sonriente. JESÚS MESTAS WONG
