Gustavo Costas estaba incómodo en la improvisada sala de conferencias que se armó en la tribuna de oriente. "Mucho lujo para mí", es lo primero que nos dijo. Cuando de un momento a otro se paró de la mesa, tiró la silla para atrás y dijo: "Nos vamos a la tribuna" y encabezó la marcha al cemento de la tribuna sur, donde se sintió como en casa. "Ahora sí estoy en mi mundo", dijo para comenzar la entrevista. Cabalero, superticioso, llámelo como quiera, pero el técnico blanquiazul, en la tribuna se siente bien. "La situación de Juan Jayo y George me preocupa, pero soy un tipo de mucha fe y creyente del Señor de Los Milagros, por eso estoy seguro que me dará una ayudita con ellos", confiesa. Esa misma ayuda que espera recibir de los mártires aliancistas, este 8 de diciembre, fecha especial para el pueblo blanquiazul."Ahora necesitamos la ayudita de todos y espero que los mártires desde el cielo nos den una manitoa", agrega. No piensa es como celebrar si le toca festejar en el Monumental. "Hay que jugar antes de pensar en eso. Sin duda, esta es la mejor etapa de mi vida, lo más lindo es disputar una final", agrega. Aunque después recapacita y deja abierta la opción de festejar como se debe. "Eso es espontáneo, vamos a ver qué pasa, si ganamos en el Monumental y campeonamos quizás demos la vuelta", culminó.