Las campañas de Gustavo Costas en Matute se caracterizan por la humildad y sencillez, con los pies sobre la tierra. Ese es el mensaje del técnico aliancista en sus charlas y por ello su grupo no se marea con los triunfos y menos con lo halagos. "Los chicos tienen el derecho de pensar en grande, ilusionarse, pero con responsabilidad, siempre teniendo los pies sobre la tierra, porque esto recién comienza. Aún no se ganó nada", nos confiesa algo preocupado por la cantidad de ofertas que llegaron por sus jugadores, sobre todo al "Zorrito" Aguirre y José Carlos Fernández. Por eso, Costas le pidió al presidente Guillermo Alarcón que le ponga candado a las puertas del club para que nadie se vaya. "Les dije a los chicos que si juegan bien y cumplen los objetivos serán vendidos rápido, pero tienen que demostrar. Este buen momento no los puede marear. Me alegra que el pueblo peruano goce con estos triunfos que le hacen falta. Ojalá podamos seguir por el mismo camino", agrega. Sabe que el partido de vuelta con Aurich, el próximo martes en Chiclayo, será complicado. "Tenemos que hacer un partido inteligente, tratando de aprovechar sus errores. Este juego es más difícil porque ellos saldrán por los tres puntos para seguir con vida en la Copa, pero no dejaremos de presionar", asegura. Las estadísticas están de su parte. "Ganamos en Cusco (después de 16 años), luego a San Martín (luego de tres temporadas) y romper la mala performance en la Copa habla bien del trabajo de uno, pero esto no se hubiera conseguido si no tuviera a dos excelentes preparadores físicos y un gran equipo", culminó.