En la filosofía del juego ofensivo, de ese fútbol que propone Marcelo Trobbiani, no existen excusas mercantilistas. Es decir, para gritar los goles, no es necesario tener los bolsillos llenos -ni entrenar tampoco. Fue así como los jugadores que tiene Cienciano, esos mismos a los que Juvenal Silva parece haber engañado colocándoles descuentos en sus contratos, se olvidaron rápidamente de que no entrenaron en la semana, en protesta por un atropello de la directiva, sin embargo, demostraron que tienen amor propio y el que pagó las consecuencias fue CNI. La idea de Trobbiani es simple: llevar el balón al campo rival y buscar ahí el peligro. Cuando no se puede, hay que patear de lejos y así Javier Soria marcó de un zurdazo el 1-0 a los 33, con un remate de 30 metros. El Papá empezaba a agasajar a las madres cusqueñas a la distancia. Se fue nuevamente encima de un débil equipo loretano y a los 45 Roberto Guizasola puso el 2-0, tras un centro de Sergio Junior. En el complemento, los visitantes aumentaron a los 13 con un autogol de Nick Montalva. Los intentos del local por empatar el partido eran utópicos, sin embargo, Gino Pérez marcó el descuento, al minuto 34. Esto refleja que CNI está de mal en peor, mientras que el Papá asciende lento, pero seguro. Y a la espera de que su propia directiva se arrodille ante ellos. Iquitos TEDDY ARRUÉ