Escribe: Nicole Vásquez Cuba
Tiene solo un deseo en mente: "Yo llegué para campeonar con Alianza Lima y si todavía hay chances hay que lucharlas", dice mientras sonríe y se sirve un poco de mate. Es que así es Christian Andersen, un chico callado pero con mucho compromiso y sobre todo cariño para el club que lo recibió tan bien.
Pero no todo es felicidad para él, pues el buen paragua sabe y siente que aún está en deuda con la hinchada. "Me siento bastante bien, me siento muy cómodo, me tratan de lo mejor en Alianza, pero ahora me hace falta demostrar en el campo de juego para qué me trajeron y lo que puedo dar", señala.
Es que el bajar de peso le afectó en demasía, tanto que hasta se ha sentido mareado por momentos. "Siempre he jugado gordito, en Paraguay una vez me hicieron bajar 3 kilos, pero no rendí bien y poco a poco fui subiendo y recuperé mi nivel tanto así que llegué a jugar 3 300 minutos sin lesionarme. Ahora me hicieron bajar 6 kilos de masa muscular, y eso me tenía un poco mareado, como débil. Ahora ya estoy agarrando un ritmo bueno, estoy más ágil es verdad, pero aún me siento un poco debil", cuenta preocupado.
Sin embargo, Andersen cuenta que la peor etapa ya pasó. "Ya bajé y ya estoy comiendo casi normal, no quiero ni ver el pollo porque me tuvieron comiendo pollo y verduras por largo tiempo. Mi novia es la más feliz, ahora ya nos podemos casa", confiesa sonriente.
Quiere el título
"Se nos vienen partidos complicados, pero lo importante será ganarle a Real Garcilaso este fin de semana. Se que los compañeros van a poner todo de sí para poder lograr el objetivo que es campeonar, sé que es difícil pero no será imposible si todos nos mentalizamos", sentenció.