ESCRIBE VALENTÍN AHÓN El mar de gente hizo temblar la popular Sur antes de que se cumpliera el minuto de juego. ¡Qué distinto es vivir y celebrar en esa tribuna un triunfo de Alianza! No importa la ausencia de una butaca numerada, ni el humo que te sofoca en una tarde de verano. Si decides ir ahí, entonces tienes que aguantar, porque el corazón se vuelve blanquiazul desde el pitazo inicial. Toque cortito para iniciar el juego, movimientos ensayados durante la semana y Alexander Sánchez que gana la posición por izquierda. Se sacó de encima a tres jugadores de Cienciano, manda el centro para Peirone y el argentino que no puede dominarlo a pesar del tímido cierre de Ojeda. El lateral cusqueño no llegó con el perfil adecuado y la pelota rebotó en su pierna, con la justa precisión para que Paulo Hurtado deje sin chances a Noriega. Gol tempranero que complicó todo lo que Trobbiani, el DT de Cienciano, había calculado en el camerino. Se venían 44 minutos complicados. »Parecía fácil El 1-0 era realidad en Matute y más de un hincha blanquiazul vaticinó una goleada sin necesidad de pagarle a un chamán. Se acomodaron otra vez, terminaron de abrazarse y conforme avanzaban los minutos comprobaron que Cienciano no estaba dispuesto a indigestarse con goles. Abajo, en la cancha, Juan Carlos Mariño y Edwin Retamozo ponían el criterio para complicarle la noche al anfitrión y anunciar que fácil no se la iban a llevar. El argumento de Alianza fue apostar por la velocidad de sus atacantes y la precisión del Pato Quinteros. El acierto de la noche fue, sin duda, cambiar de actores e incluir un elemento fundamental para romper el cerrojo defensivo: contundencia. Por eso los ingresos de Roberto Ovelar y André Carrillo, junto al ida y vuelta de Bazán, fueron determinantes, especialmente cuando aprovecharon las bandas. Desnudaron la lentitud de sus marcadores y eso, si bien no garantizaba una goleada, hizo que Alianza estuviera más cerca del segundo gol a cinco minutos del final. »Con uno menos Al irse expulsado Mariño por doble tarjeta amarilla las cosas se hicieron menos complicadas. Un hombre menos, cuando falta poco para terminar el partido, jode siempre y Alianza lo capitalizó a punta de insistencia. El Búfalo Ovelar superó la marca de Ojeda y su centro, esta vez por derecha, fue peleado por Carrillo. El rebote quedó justo para el nuevo potrillo. Un toque preciso y la pelota entró sin pedir permiso. El 2-0 ha regalado la punta en Matute. Es sábado y la gente ya se acostumbró a mantener la sonrisa que hace más llevadera la semana. Alianza hizo el milagro.///