El fuerte calor en Iquitos llevó a tomar medidas de urgencia para salvaguardar la salud de los jugadores y de los hinchas que reventaron el estadio Max Augustín. Con una temperatura de 38 grados y una sensación térmica que bordeaba los 40, el partido entre Alianza y CNI tuvo que detenerse dos veces. A los 27 minutos del primer tiempo, el árbitro Mauro detuvo el juego para que ambas escuadras puedan rehidratarse. Similar decisión tomó el de negro en la segunda etapa para evitar los malestares ante tan sofocante calor. Además de la temperatura, la cancha sintética incrementó el desgaste de los jugadores por el calor. Varios fueron los jugadores aliancistas que aprovechaban cualquier paralización del juego para refrescarse, beber agua y mojarse la cabeza y pies. Pero no sólo fueron ellos, los hinchas también sufrieron con el infierno en las tribunas y los bomberos tuvieron que sacar sus mangueras y echarles agua. Iquitos | emanuel espinoza