Escribe Emanuel Espinoza Tamayo
Ángel Comizzo es temperamental, picón. Y el domingo la derrota ante UTC le causó uno de los momentos más dolorosos de su carrera como técnico. Por eso, en los vestuarios el entrenador explotó de rabia y recriminó a su defensa por perder el orden en el tanto de los cajamarquinos.
Esto porque antes del encuentro, durante la charla técnica, el entrenador hizo hincapié una y otra vez en que la línea de cuatro defensores no debe perder la calma y menos el orden.
"Los goles lo hacen los delanteros y los defensas no se muevan de sus posiciones. Así se jueguen los minutos finales no se desesperen que en el contragolpe nos pueden hacer daño", apuntó Comizzo y eso fue justamente lo que pasó en el gol de Víctor Guazá.
Así, apenas todo el equipo estuvo en los vestuarios, el técnico reclamó dichas actitudes que ya había advertido a la hora de plantear el partido. Los jugadores escuchaban y no refutaban. Las caras largas hicieron de los camerinos un silencio sepulcral, porque la oportunidad de alcanzar la punta se esfumó rápidamente.
Mueve el once
"Comizzo está muy molesto con la defensa, porque les adelantó que deben cuidarse del contragolpe, se trabajó eso y al final se hizo otra cosa en los minutos finales", confesó una fuente interna al plantel.
Y es por ello que el entrenador merengue ha decido replantear algunos puntos en el equipo de cara al cotejo del domingo con el Real Garcilaso en el Cusco, donde podría volver a incluir a Miguel Ximénez como "9" en su equipo, además de poner en lista también a Mario Leguizamón.