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Cuando Kevin Quevedo ingresó en el minuto 58 en el duelo ante Independiente, se vio a otro . El joven futbolista, quien cambió la camiseta crema por la blanquiazul, le dio otro ritmo a su equipo, que ya se veía superado por el rival.

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Le impregnó coraje, la quimba acostumbrada en las canteras íntimas y, sobre todo, rebeldía, algo que los victorianos carecieron y mucho durante los noventa minutos ante el ‘Rojo’. 

Gracias a esas cualidades, además de su olfato goleador, es que mañana la joven promesa blanquiazul sea de la partida ante Universitario de Deportes, en el tercer clásico de la temporada. El dolor de cabeza que llevó el ingreso de Quevedo al cuadro argentino en el poco tiempo que tuvo para intentar vulnerar la valla visitante fue suficiente para que el comando técnico se dé cuenta de que ya no puede jugar más sin el juvenil de titular. Uno de los sacrificados tendrá que ser Hohberg, de bajo nivel.

Se perfila el once

Si por izquierda Kevin Quevedo llevó más peligro que Hohberg, por derecha otro que podría reaparecer en la oncena sería Erinson Ramírez, quien reemplazó a Pacheco y lo hizo mejor que su antecesor. 

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sabe que ante los cremas en el Monumental debe jugar al contragolpe, y ambos tienen vértigo a la hora de ir al ataque. De no mediar inconvenientes, el equipo estaría conformado por Butrón; De la Haza, Riojas, Godoy, Cossío; Fuentes, Cruzado, Aguiar, Quevedo, Ramírez y Pajoy.

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