Si me preguntan qué es , respondo con una sola palabra: sentimiento. Pero hay más, no puedo quedarme solo con eso. Alianza encierra en sí mismo un cúmulo de cosas que cada hincha vive a su manera. Y dentro de ese universo finito yace un sentir que es parte de nosotros, algo que nos acompaña como un fiel amigo y nos hace sentir terrenales: el sufrimiento.

Lo vivimos anoche en Matute, en las tribunas, en los bares, en nuestras casas, o donde estuvimos, porque para ganarle a hubo que caminar sobre eso. Y qué mejor manera de hacerlo juntos, celebrando los 119 años de la blanquiazul y logrando el primer triunfo de muchos en el Apertura. Porque ya es costumbre en sufrir para ganar.

El equipo del pueblo ha despertado. Venció 1-0 al elenco piurano y quiere más. Está ansioso por seguir creciendo, por seguir compenetrándose como grupo y ofrecer semana a semana una mejor versión suya. El camino está ahí y ahora toca seguirlo.

Presión alta

¿Pudo haber un mejor inicio para Alianza? Se lo dejo a criterio de ustedes, pero los primeros minutos de anoche en Matute no pudieron ser mejor. El equipo de pisó el campo con el ímpetu desbordante y contagiado por el aliento de un público ensordecedor. Se adueñó del balón y pegó primero tan rápido y fuerte como los golpes de un boxeador.

No habían pasado cinco minutos del pitazo inicial de Joel Alarcón cuando ‘Rocky’ Balboa aguantó bien el balón y abrió hacia la derecha para Oslimg Mora. El lateral esperó que el ‘9’ jale marcas y habilitó a , quien cayó derribado en el área y el penal fue evidente. La ‘Hiena’, con la seguridad de un veterano, cogió la pelota y le pegó rasante a la izquierda de Bernardo Medina. Se jugaba apenas el minuto 4.

Quizá la celebración de frente a la tribuna Sur resumió a Alianza en un instante: un equipo abrazado frente a la hinchada y esperanzado en obtener aquello que nos faltó el año pasado.

Pero había más y el rival poco a poco fue despertando. La presión blanquiazul se mantuvo, aunque la situación fue cambiando. El ‘Pelado’ Rodríguez, incluso, erró un mano a mano increíble que pudo darle tranquilidad al equipo. El uruguayo recibió un gran pase de la ‘Hiena’, pero su remate pegó en el pie de Medina.

Aldair Fuentes también intentó con un remate mordido tras centro de Luis Aguiar, que Mediana atajó con una mano.

Ya en el segundo tiempo la balanza se equilibró. Grau mostró lo suyo, pero se topó con un enorme Leao Butrón. El arquero tuvo la seguridad que acostumbra y estuvo bien resguardado por Alberto Rodríguez, la gran novedad anoche.

Alianza cedió terreno, pero mantuvo el control del juego. Y así, con lo justo, pudo cerrar su fiesta con una alegría. Los íntimos han despertado y a partir de ahora inicia otra historia. Que vengan los demás.