Matute era demasiado perfecto para perder así en el debut por Copa Libertadores. Era, entre tantas ilusiones, demasiado todo para humillarlo como anoche. Alianza Lima no lo supo a tiempo y se asfixió en un brutal 0-2 ante un Jaguares que de fiera tuvo tan sólo dos cosas: el orden y la paciencia; dos armas tan filudas como para rebanar un recinto con más de 30 mil esperanzas y un once que se fecundó en el apuro para crecer y morir en la impotencia. »Mucho estadio, poco equipo Minuto de inicio vehemente pero impreciso para Alianza. Quinteros emitiendo pelotazos, Alexander Sánchez confundido y Gonzales superado en medio. Lo mejor venía por derecha con Tragodara y De la Haza trepando. Pero recién a los 17' Ovelar debutó con una contra que se ahogó en error propio. Jaguares era imponente atrás con tres al fondo -donde destacó nítido Omar Flores- que para defender pasaban a cinco con la bajada de Rojas y Valdez por los lados. Al medio, Hernández y Esquela lo apagaban todo. Sin embargo, a los 20' un teledirigido de Quinteros pesca a Tragodara en una bajada impecable de pelota a espaldas de los defensas, intenta sombrear al arquero Ruiz y se va fuera. Más no hubo. El punta Jackson Martínez ya había salido lesionado por Ovelar. Entró por él, Pedroza. A los 28' el "Búfalo" salía lesionado para el ingreso de Soto. Ahí el panorama ya pintaba feo, todo era una pintura de hinchas, luces y susto. »Jaguar Manso Para entonces Damían Manso se lucía como un señorito en la cancha, delgadito, treintón, inofensivo sólo hasta que tocaba la pelota, con ella era una bomba de tiempo que explotó a los 41'. A los 36' Peirone se perdía el 1-0, cinco minutos después la habilidad de Manso y la pereza de la defensa originó un pase a Rodríguez por derecha, quien sacó una pincelada al centro para que Pedroza sin marca liquide a Libman y ponga el 1-0. Cuatro minutos después otra vez Manso se se deleita con la marca pasiva de Villamarín y construye un centro venenoso para que Ramos cometa penal por mano. Rodríguez decía 2-0 antes del descanso. Alianza moría en imprecisiones y desconciertos. »Impotencia, padecimiento La segunda mitad fue más toque, más paciencia y más orden de Jaguares. Fue más imprecisión, más apuro, más inquietud y más desorden de Alianza. Más tristeza y decepción en la tribuna. Entró Viza para nada. Ingresó Castro por Peirone para poco. A los 28' Castro se pierde el descuento en doble remate. Como para confirmar que no era su noche. Final y un 0-2 casi imposible de remontar en Chiapas para seguir con vida en esta Copa Libertadores 2011 que, parece, vino apenas para marcharse. Porque esto, sospechamos muchos, no se cambia ni aplazando el partido hasta octubre, mes de los milagros.///