El mediocampista inglés David Beckham, embajador de buena voluntad de UNICEF, se tomó un tiempo para compartir sus experiencias y escuchar a niños filipinos que luchan por reconstruir sus vidas destrozadas. El jugador de loa LA Galxy visitó el refugio y escuchó historias de abuso doméstico y delincuencia; algunos de los menores cayeron víctima de las drogas o fueron abandonados por sus padres. "Lo que más me impresionó de venir a este centro es que es un lugar feliz, un lugar realmente inspirador", dijo el futbolista.