En el fútbol las reglas están claras, pero lo antideportivo queda de lado, las manos negras también porque los partidos se ganan en la cancha y no con amenazas ni con una bolsa de dinero. Y precisamente otro caso escandaloso sucedió en el torneo más largo del país, en la Copa Perú, donde un jugador denunció un caso de soborno que no hace otra cosa más que seguir manchando nuestro balompié muy venido a menos con los resultados de la selección en las Eliminatorias y de los clubes con su pobre actuación en los torneos internacionales.
Jack Durán, de 24 años, volante del Racing de Huamachuco, La Libertad, denunció un intento de soborno previo al partido que su equipo disputó como local ante Molinos El Pirata de Lambayeque.
El futbolista presentó un audio telefónico, donde aparentemente alguien vinculado al equipo rival le ofrece diez mil soles para que finja una lesión y no juegue el partido, pues consideraban al ex Alianza Lima y ex San Martín, como el mejor jugador del cuadro de Huamachuco.
En dicha conversación telefónica, el volante responde que no va a aceptar su propuesta de ‘echarse para atrás’ y dio a conocer públicamente el audio a través de la cuenta de facebook del club. Finalmente, el Racing de Huamachuco goleó por 4-0 a Molinos El Pirata en el partido de ida por el repechaje a los octavos de final de la Copa Perú y el jugador Jack Durán marcó uno de los goles.
Muchos han pedido de que la Copa Perú entre en una reorganizacion porque casi semanalmente salen a la luz denuncias y casos de soborno que los mismos dirigentes y jugadores filman. Es hora de que el presidente de la Federación Peruana de Fútbol Edwin Oviedo tome cartas en el asunto y castigue ejemplarmente si se comprueba estos casos de corrupción y de soborno y que se reorganice el torneo con el fin de acabar con la mafia que reina en nuestro balompié.