Lionel Messi compartió en La Masía, la fábrica de talentos de Barcelona, con Asier Zengotitabengoa, un español aspirante a basquetbolista que se hizo amigo del argentino. Pese a la rigurosidad de las reglas del internado, los jóvenes burlaban las cámaras de seguridad del recinto para jugar fútbol a oscuras en la cancha de entrenamiento del primer equipo. Durante una noche en un intenso partido, "La Pulga" le ganó las espaldas a "Zengo" y corrió a un pelotazo que venía por la banda. Ante la rapidez del delantero, el improvisado central se lanzó con todo a quitarle el balón y le dio de lleno en un tobillo. "En aquel momento me sentí mal", confesó el agresor hace dos años a la prensa española. Al día siguiente, "Lio" se presentó al entrenamiento disimulando la cojera y el dolor. Apenas tocó la pelota y entró en contacto con un compañero, no dudó en tirarse al suelo y hacerse el lesionado. El plan resultó perfecto. "Estuvo un par de días sin entrenar y después estuvo listo", se acuerda el basquetbolista que lesionó al actual mejor jugador del mundo.