Lo prometido es deuda. Barack Omaba dejó de lado un momento su agenda para cumplir una apuesta realizada durante la participación de Estados Unidos en el Mundial Brasil 2014.
El mandatario envió hasta al embajada de Bélgica instalada en Washington una caja de cervezas, con el objetivo de pagar una apuesta mundialera realizada antes del juego entre la Selección de Estados Unidos y los belgas.
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La apuesta fue lanzada a través de las redes sociales por el mismo primer ministro belga, Elio Di Rupo, antes del choque entre ambos países por octavos de final.