Alemania derrotó hoy por 1-0 a Ghana en Johannesburgo y jugará los octavos de final del Mundial de fútbol de Sudáfrica ante Inglaterra. Mesut Özil fue el autor del gol alemán a los 60 minutos de juego en el estadio de Soccer City. Pese a la derrota, Ghana jugará también la ronda de los 16 mejores, donde tendrá como rival a Estados Unidos. Alemania terminó la primera fase como líder del Grupo D con seis puntos, mientras que a Ghana le bastó con cuatro. A Australia no le sirvió de nada su victoria por 2-1 ante Serbia, ya que pese a sumar los mismos puntos que los ghaneses, no pudo superar la diferencia de goles negativa que arrastraba desde el 4-0 que encajó en su debut ante Alemania. El partido en el Soccer City vino precedido de la "polémica Boateng". El ghanés Kevin Prince no sólo fue quien dejó sin Mundial al capitán alemán, Michael Ballack, al lesionarlo en la final de la Copa inglesa, sino que además decidió jugar por Ghana pese a haber nacido en Alemania y tener a un hermano en la selección germana, Jerome. El entrenador Joachim Löw, además, decidió hoy darle el lateral izquierdo al Boateng alemán, con lo que los dos hermanos (tienen el mismo padre) se enfrentaron en un Mundial. Eso sí, Kevin Prince jugó en el centro del campo, casi siempre escorado a la izquierda, así que los dos apenas se cruzaron. Alemania puso más entusiasmo ofensivo en los primeros 45 minutos, pero las contras de los ghaneses llevaban siempre promesa de gol. Löw apostó por Cacau para sustituir en la punta de ataque al sancionado Miroslav Klose y el jugador del Stuttgart tuvo la primera ocasión del partido. Su disparo en el minuto tres, sin embargo, lo detuvo Richard Kingson. El arquero ghanés tuvo que emplearse a fondo de nuevo seis minutos después, cuando un centro de Lukas Podolski se envenenó hacia la portería al tocar en un defensa. Ghana respondió en el 14' con un disparo de Asamoah Gyan desde dentro del área que detuvo Manuel Neuer. La mejor ocasión del primer tiempo la tuvo, sin embargo, el alemán Özil, que rompió el fuera de juego entrando desde segunda línea y se quedó solo delante del arco rival. Únicamente le quedaba por superar a Kingson, pero el portero africano advinó su disparo con la pierna izquierda. El partido decayó a partir de entonces. La tensión pareció apoderarse de ambos equipos. A Ghana le bastaba el empate para avanzar a octavos, así que no tenía más que esperar con orden siempre por detrás de la pelota. En el descanso, los dos equipos estaban clasificados, ya que Australia y Serbia empataban también a cero en Nelspruit. Sin embargo, un gol en cualquier campo podía cambiarlo todo. Éste estuvo a punto de llegar en el minuto 50, pero Kwadwo Asamoah no pudo aprovechar un preciso pase en profundidad y vio cómo su disparo con la zurda al palo largo lo detenía Neuer. Contra los grandes no se debe perdonar, porque si no, tarde o temprano, se terminará pagando. Los ghaneses lo hicieron pronto: en el 60', Özil, el hombre de más talento del equipo alemán, recibió el balón en la media luna del área, se lo acomodó a la zurda y disparó directo a la escuadra: 1-0. Alemania espantaba momentáneamente el fantasma de su primera eliminación en una fase de grupos y traspasaba la presión a Ghana, que debía empezar a abrirse. La fría noche de Johannesburgo empezaba a calentarse. Después de la eliminación de Sudáfrica, la afición local en el estadio Soccer City estaba mayoritariamente del lado de Ghana, una de las últimas esperanzas africanas en el Mundial. Por eso el "oh" de decepción fue tremendo cuando Philip Lahm metió un pie milagroso que evitó el remate franco de Andre Ayew. Un gol de Serbia podía dejar fuera a los ghaneses, pero las cosas se arreglaron para los africanos en Nelspruit, donde Australia, el rival menos peligroso pues necesitaba una goleada, se adelantó 2-1. Eso permitía a las "Estrellas Negras" no sólo clasificar, sino evitar a Inglaterra en octavos, así que todos conformes en Soccer City. Se acabó el partido.