A sus cortos 20 años Paulo Albarracín se ha convertido en el comandante de esa "Misilera" porteña que busca salir a flote en las turbulentas aguas del campeonato Descentralizado. Con coraje y buen fútbol, ya es el timonel de esa volante del Sport Boys y el último domingo lo demostró marcando el gol de la victoria sobre Alianza Lima. Un potente derechazo de media distancia -previa "huacha" nada menos que al "Negro" González- lo ha catapultado a la fama. Chalaco de nacimiento y rosado de corazón, Paulo recibe orgulloso el reconocimiento de su gente del puerto que ya lo proyecta como el nuevo ídolo chalaco. "Grande 'sobrino', le has alegrado el corazón a los chalacos", le grita un entusiasta hincha rosado por las calles del Callao. El "Cachetón" le responde con una sonrisa sincera y la humildad de quien viene de abajo. "Es emocionante que la gente reconozca tu trabajo. El equipo está comprometido, sabe que con sacrificio podemos llegar lejos. Debemos jugar todos los partidos con esa fuerza, con la misma actitud pero hay que mantener la regularidad y hacer buenos partidos porque este Boys no merece bajar", enfatiza el volante. "Es el tercer gol que hago de esa manera con el Boys, cuando recibí la pelota en mitad de cancha solo pensé en irme adelante y los espacios se abrieron. La 'huacha' que le hice al 'Negro' fue cosa del momento, y luego saqué el derechazo. Fue un golazo y se lo dediqué a mi mamá y a mi 'viejo' que está en el cielo", manifestó.