Sonó el ring del teléfono y, al otro lado de la línea, una voz entendió mi dolor y la cancelación de la entrevista pactada. El llanto me consumía y yo solo encontré consuelo en esa voz que todos los fines de semana emocionaba a millones en CMD.

Era noviembre del 2011, y había acordado visitar a en el jirón Nazca de Jesús María para un trabajo universitario. La cita nunca se dio porque mi abuelo falleció de un paro cardíaco, y los tiempos no volverían a coincidir en ese semestre. Es el primer y grato recuerdo que guardo de Daniel.

Dos meses después de esa calurosa mañana de febrero del 2018 en la que la noticia de su pronta partida nos congeló el alma a muchos, formé parte del equipo que rastreó sus crónicas deportivas en EL BOCÓN y OJO para lo que sería su libro póstumo PEREDO TOTAL.

ESPOSA DE DANIEL PERDO
ESPOSA DE DANIEL PERDO

En la Hemeroteca Nacional, cada página que revisé y leí me conmovió. Puedo afirmar que ese primer Peredo de tinta y papel conservó la misma esencia de emocionar con su voz en los micrófonos de radio y frente a las pantallas del televisor.

¿En qué se convirtió Daniel Peredo? Buen hijo, excelente padre, incondicional amigo, y aunque no lo pidió, el ‘Cabezón’ rompió el molde de ser periodista y se convirtió en una figura pública. De los que uno se encuentra en la calle o en la Feria del Libro del mes de julio y le pide tomarse una foto.

Jamás dijo que no. Cumplió el sueño de ser actor en la películas “Once Machos” nada menos. Pero, principalmente, hizo de su opinión sensata la columna vertebral de la generación de periodistas deportivos que lo seguimos en Partido Aparte de CMD o Cabeza Fría de DT El Comercio. Cuando ya era el pilar de Al Ángulo y narraba hasta las lágrimas el histórico Perú-Nueva Zelanda la noche que volvimos a una Copa del Mundo, Daniel ya nos había confirmado que iba a encontrar la “gloria en las alturas”.