César Luis Menotti, técnico campeón del mundo con la selección argentina en el Mundial de 1978, en una entrevista con Sport de España, analizó a Lionel Messi, a la albiceleste, lo comparó con Diego Maradona., y afirmó en Barcelona es feliz.
"Messi en Barcelona es feliz y en Argentina pareciera que no se lo puede permitir. Es tanta la angustia que vivimos que no lo dejan ser feliz, porque el entorno no es bueno, el equipo no logra jugar bien. Sin Messi no hubiésemos pasado la primera ronda del Mundial. Cuando todo parece que se cae en Argentina, aparece Messi y construye. Pero no es feliz porque es un escenario de rencores. Vivimos así", dijo el exseleccionador.
Menotti, que dirigió a Diego Maradona desde 1977 hasta 1982 en la Selección argentina, explicó las diferencias con Messi."Diego Maradona era más rebelde en el aprendizaje. Cuando algo no le salía, tenía un enojo consigo mismo. Era un gran compañero, solidario, pero tenía otra formación. Había salido de un barrio muy humilde y se había hecho de a poco, primero en Argentinos, después en Boca. No solo en el juego, pero en la vida tenía otra picardía. Más peleador en la mala. Otro carácter. Messi no se entrega nunca. Tiene diferentes maneras de expresarlo pero en definitiva los dos hacen cosas mágicas para ganar un partido. Y Messi tuvo la merecida suerte de caer en un club y en sus comienzos estar rodeado de cracks, lo cuidaron de chiquito", aseveró.
Para Menotti aún falta ver al mejor Messi. "Algunas cosas nuevas podremos ver. Pero con el solo hecho que repita las mejores somos felices.En la era de Tito, Martino y se profundiza con Luis Enrique, Leo empieza a ir más atrás y participar más en la zona de gestación, Messi se ha convertido en un gran asistidor, de goles incluso que podría haber hecho él".
En cuanto a Messi y la afición comentó: "Hay una tensión generada por la mediocridad cultural que rodea este circo del fútbol argentino. Para tener un fútbol cinco estrellas hay que respetarlo y nosotros no tenemos bien nada. Y aparecen estos futbolistas que son primera línea en toda Europa. Y sienten el peso porque hay urgencia de éxito. Han jugado tres finales y aparecen los argentinos que dicen que el segundo puesto no sirve para nada".